Las abundantes
reservas carboníferas en el Bierzo y Laciana, junto con el descubrimiento
de yacimientos de hierro en la zona de San Miguel de las Dueñas, suponen un
gran impulso económico para toda la comarca del Bierzo a partir de la I Guerra
Mundial (1914-1917).
El 24 de Julio de
1918, el Ministerio de Fomento aprueba la construcción del futuro ferrocarril
que unirá a lo largo de 62 kilómetros Ponferrada y Villablino. La concesión de explotación
fue adjudicada a la MINERO SIDERURGICA DE PONFERRADA recién constituida ese
mismo año. La obra se realiza en apenas diez meses. En su construcción llegaron
a estar empleados 4.200 obreros, aunque la epidemia de gripe del año 1918
redujo en ese octubre el número a 1.800. Entre los trabajadores había
mujeres, principalmente ocupadas en labores de echar piedras sobre la vía una
vez colocados los raíles. El Ferrocarril mantuvo en activo las locomotoras de
vapor hasta 1980, altura en la
que fueron sustituidas por locomotoras diesel.
Con el ferrocarril
llega el gran despegue de la minería, permitiendo transportar el carbón a lo
largo de todo el valle del Sil. El número de
compañías mineras se multiplica, se fundan entre otras la Mina del
Marqués (más tarde Antracitas Gaiztarro), Arriola (más tarde Victoriano
González), La Chanca, Los Venancios, Federico Loygorri ( más tarde
Antracitas Matarrosa, más conocida por Mina la Cazadora), Tomás García Blanco
(que explotaba las minas de la Busteriega y de la Bragadera), Minas San Pelayo,
Eduardín (más tarde Servando González, y más tarde Vencove), Los Emilios, La
trucha, ...
A la estación de
Matarrosa llegaba el carbón procedente de la mina del Moro de Fabero, a
través de una línea de baldes tipo teleférico que bajaba por el monte
Costanas, una vez allí era cargado en los vagones. Similar sistema era
empleado por la empresa Trinitario González para el carbón procedente del monte
de Villarmartín del Sil.
En Santa Leocadia la
empresa Ocejo y García S.A. pone en explotación Mina San Luis y Mina Santa
Leocadia, a la vez que construye unas instalaciones por debajo de las viñas de
"Las Chanas" para poder cagar el mineral en el tren minero.
Como actividad
secundaria, el tren también servía para el transporte de viajeros y del correo.
Matarrosa era la estación utilizada por los habitantes de Santa Leocadia por
ser la más cercana. |

La mítica locomotora 31 en la estación de Matarrosa.
Fotografía
publicada en el libro "El Ferrocarril de Ponferrada a Villablino y la
minería en el Bierzo". Editorial Rubí. 2005.
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